13 de agosto de 2007

Ser becario

Me encuentro vía Bruno, un interesante artículo de "El País" titulado "Pesalillas de una becaria" donde se narran las peripecias de una chica, dotada con la beca Leonardo da Vinci (sí, la misma que la mía) en una empresa de Finlandia. Algunas perlas son:

Iba con zapatos de tacón. Su jefe, Ramdane D., oriundo de Argelia, le pidió que se quitara aquellos zapatos y se pusiera unas zapatillas de casa.

-¿Por qué? - preguntó Almudena.

-Una vez, una becaria pisó los cables del suelo y se electrocutó -replicó Ramdane.


El jefe le contó que había más becarias de otros países trabajando allí. Pero se encontró sólo con "una mujer mayor que parecía disminuida", su supuesta tutora en la beca. "Casi no sabía inglés y me costaba comunicarme con ella"
Él insistió en comprarle una cama: "Luego voy a tu casa y te la instalo". Y también quería saber dónde vivía en Helsinki. "Me daba miedo. Su comportamiento era anormal". Luego le "ofreció utilizar el sofá de su despacho": "Por si quería quedarme allí y usar su ordenador"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me recuerda horrores a la experiencia que tuve:

"Empiezas el viernes por la tarde"
"Ok, sin problemas" Mi horario era de 16 a 18:00 los viernes, como lo habíamos hablado antes.
"Oye, estamos comiendo en un restaurante, como estamos cerca te pasamos a buscar cuando acabemos"
"De acuerdo..." Eran las 2, así que pensé, perfecto. A las 5 aun no habían llamado, así que llamé yo.
"Oye, por qué no venís, si mi horario acaba a las 6"
"Ah, pero tienes algo que hacer luego?" Voz de enfado.
"Pues si" Y si no qué...
"Pues..." Silencio incómodo.
"Te paso a mi marido" Mi jefe.

Acabé empezando 2 semanas más tarde. Y ese principio definió perfectamente los 6 meses que siguieron. Pude ignorar la forma de tratar a los becarios y aprender del trabajo en si. No fue fácil, pero tampoco soy el único a quién le ha pasado.

Unknown dijo...

Vaya putada. Se oyen cosas por ahí horribles.

¿Qué pasa que le dan becarios a cualquier empresa, sin ningún control?